domingo, 20 de noviembre de 2011


 Libros en Choluteca

Columnistas  6 junio, 2010
Por Segisfredo Infante
segisfredo_infante_new-70Acompañados por el sonido de un aguacero proverbial, el viernes 28 de mayo presentamos en Choluteca, en la casona colonial de José Cecilio Díaz del Valle, el poemario “Diapasón de Angustia” del escritor Oscar F. Sierra, publicado recientemente por la Editorial Universitaria de la UNAH. También fueron presentados los libros “De la muerte al amor” del poeta Rony Bonilla, y “Estrellitas de Jabón” de José Javier Martínez Espinoza. Frente a una concurrencia ansiosa de eventos culturales heterogéneos, además de la lluvia tuvimos ocasión de escuchar las primeras interpretaciones melódicas de la orquesta “Beethoven”, integrada por adolescentes de aquella localidad.
 En nuestro caso particular, además de aplaudir los trabajos de los otros compañeros involucrados en el arte de la creación y del análisis literario, en Choluteca nos limitamos a improvisar una presentación del texto poético del joven Oscar Fernando Sierra, quien en los últimos tres años ha venido dando muestras de una alta capacidad para el ensayo semiótico, la invención del poema y para la novela, con significativas rupturas lingüísticas. Tal es el caso de “Diapasón de Angustia”, que aquí nos proponemos sintetizar.
 Oscar F. Sierra se ha consubstanciado en forma deliberada con las grandes teorías lingüísticas y literarias del siglo veinte, en donde subyacen, de modo predominante, los conocidos planteamientos lingüísticos del suizo Ferdinand de Saussure (1916), y la semiótica modernísima (o posmoderna) del escritor italiano Umberto Eco (1974). En la línea de este poemario conviene subrayar la idea de lo “subyacente” y lo “predominante”, habida cuenta que Oscar Sierra es un hombre de lecturas compulsivas, múltiples y eclécticas, como pocos lectores y escritores en Honduras. Sin embargo, hay constantes teórico-técnicas, como las antes señaladas, que es imposible pasar por alto.
 Este cruce teórico le permite, sin embargo, imprimir un solo tono poético a los textos que integran “Diapasón de Angustia”. Además de ese tono bastante uniforme se observa un fogoso deseo de rupturas del lenguaje respecto de la mayor parte de la poesía “tradicional” de Honduras y América Central. En su obra hay abundancia de neologismos; descomposición de palabras; readaptaciones técnicas desde otros códigos idiomáticos en función del castellano; y una tendencia, tal vez inconsciente, hacia el uso reiterativo de las esdrújulas. Es, hasta cierto punto, un poeta esdrujulísimo. En todo caso es observable en la obra de F. Sierra un proyecto deliberado de “desconstrucción” del lenguaje, como les gustaría repetir a los ensayistas de moda. O más bien de “desmontaje” de las estructuras del lenguaje y del pensamiento, según los autores posmodernos como Jacques Derrida, Francois Lyotard y Edgar Morin, para sólo mencionar a tres. En este punto vale la pena destacar que es imposible continuar ignorando (como avestruz en el agujero provinciano) las nuevas propuestas filosóficas y lingüísticas de los siglos veinte y veintiuno. Ello al margen de si las mismas gustan o disgustan a los lectores realmente avispados.
 Por encima de los puntos que podríamos abordar en otro momento, hay que valorar en esta poemática técnica de Oscar F. Sierra, la obsesión de rupturas; los estallidos eróticos recurrentes; las soledades y las irreverencias sociopolíticas. En lo particular nosotros creemos que sólo el tiempo y algunas lecturas más sosegadas podrán conducir a F. Sierra hacia los cauces profundos de su riquísima potencialidad. ¡!Éxitos, joven amigo!!

Aldea de Cerro Grande, Distrito Central

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